¿Cuánto tiempo, no?

Tengo ganas de escribir, no se bien qué, pero quería volver a este espacio que es tan mio, y que guardó mis vivencias a través del tiempo, en parto soy yo, o esa que fui; porque la verdad es que soy otra. El mismo envase (o no), distinta esencia. Varias cosas de las que puse en mi blog, ya no me identifican, en especial leyendo las últimas entradas del 2009, pero no por eso voy a empezar de cero. Fueron parte de un pasado no tan lejano, pero pasado en fin. En estos casi dos años en que no escribí nada "significativo" o que no conté nada, pasaron MUCHISIMAS cosas. Sin embargo, no sentí la necesidad, en el momento, de contarlas... Tal vez porque estaba muy ocupada siendo feliz. U otras veces porque tuve tan pocas ganas que apenas me levantaba al baño.

Terminé la escuela, año glorioso, si los hay. Lástima que uno se da cuenta cuando termina, cuando se choca contra la pared de la universidad. Me fui de viaje de egresados, con un pie en Bariloche y otro en Buenos Aires, con la mente en dos lugares al mismo tiempo, y con el corazón en coma. A pesar puedo decir que fue LA experiencia, y fui feliz, superficialmente feliz.

¿Mis amigas? Bien, gracias. Bueno, no es tan así. En realidad, no es así, pero soy amante de la exageración, aunque a muchas de las que prometieron amistad eterna no las volví a ver (menos mal que nunca creí en eso de "los verdaderos amigos son para siempre"). Ojo, no estoy echando culpas ni mucho menos.

En Abril de 2010, la Universidad de Buenos Aires me abrió sus frívolas puertas para que soñara con ser una gran psicóloga en algunos bastantes años. No se si fue debilidad, miedo, disgusto o vaya a saber uno qué. Pero asumí la experiencia como una más en mi vida y puedo decir que de la misma manera que lo empecé, lo terminé. Por decisión propia y con todas las ganas del mundo. Sin embargo, no puedo cerrar esta etapa sin mencionar a mis cuatro sostenes Lucía, Verónica, Vanesa y Melina. AMIGAS. No de esas de toda la vida, pero si de las con que compartís momentos incolvidables y, por sobretodo, únicos.

Abandonar no fue una decisión fácil, pero si necesaria. No era la vida que quería. No era el futuro que esperaba. No era.

Pero a todo final lo sigue un comienzo. Empezaron mis nueve meses de emprendimientos y metas. Soy dueña de un 147 bordo, junto con un registro de conducir que hace poco cumplió sus seis meses de antiguedad. Me convertí en diseñadora y vendedora de bijou. Me decidí a ser profesora de Inglés, y, en apenas semanas, recibo mi diploma de Maquilladora.

Además, desde Marzo de 2011 formo parte de 1º 2º del ISFD nº56, el curso que me va a acompañar hasta que por fin llegue a mi meta y tenga mi título de Profesora en Educacion Primaria en mano.

Y por si fuera poco, soy una novia feliz e integrante de la mejor familia del mundo, o casi.

Me siento completa, me siento plena. Y puedo asegurar que hoy, por fin, estoy en mi lugar.